La Historia de Valentina: Un Camino hacia la Recuperación

Valentina, una pequeña de tan solo 5 años, enfrentaba desafíos de salud que iban más allá de lo común para una niña de su edad. Los síntomas eran severos y persistentes: fiebre alta, convulsiones recurrentes e infecciones urinarias que regresaban cada quince días. Desde el inicio, nuestra fundación, Motores de Vida, se comprometió a apoyar su diagnóstico y tratamiento.

La situación de Valentina era crítica y requería más que medicamentos; necesitaba una cirugía que excedía nuestras capacidades financieras. No obstante, nos propusimos hacer todo lo posible para ayudar. “Como organización, nuestra misión es apoyar a niños con malformaciones congénitas o que enfrentan enfermedades crónicas durante su desarrollo. Valentina necesitaba una intervención quirúrgica y, tras un diagnóstico claro, dialogamos con el equipo médico y la familia para coordinar su tratamiento”, explica la Directora de Motores de Vida.

Enfrentamos el desafío con determinación. Tocamos puertas a nivel internacional, buscando la solidaridad y el apoyo financiero necesario para llevar a cabo la cirugía de Valentina. La respuesta fue abrumadora y, gracias a la generosidad de donantes de todo el mundo, pudimos recaudar los fondos requeridos.

Hoy, nos complace compartir que Valentina está de vuelta en casa, corriendo y jugando felizmente con su familia. “Estoy muy feliz y agradecida con Dios y con la Fundación Motores de Vida por haber sido un instrumento divino en nuestra vida y ayudarnos a cubrir los costos de la cirugía. Ver a mi niña feliz, recuperada y saludable es un sueño hecho realidad”, comparte emocionada la madre de Valentina.

En Motores de Vida, celebramos cada historia de éxito como un testimonio de nuestra misión. El caso de Valentina nos recuerda por qué nuestro trabajo es tan importante y nos impulsa a continuar luchando por la salud y el bienestar de cada niño que llega a nuestra fundación. ¡Misión cumplida!